El componente energético se ha demostrado clave para explicar la subida de la inflación del último año, y también lo será para explicar su descenso en los próximos meses. Desde ICAE utilizamos un modelo que calcula diariamente la cifra de inflación mensual y anual de 3 productos energéticos que, en su conjunto, tienen un peso de casi el 10% en el IPC, pero que han llegado a tener una contribución de casi el 40% de la evolución de la inflación.
Por un lado, consideramos el precio de la electricidad, que pondera un 4,15%, y para el que tomamos su valor del mercado regulado, el PVPC, así como la compensación a pagar por la fijación del tope al precio del gas. Por otro lado, calculamos el aumento diario del precio del gasoil y de la gasolina, que ponderan el 3,15% y 2,50%, respectivamente, y para el que tomamos los datos diarios públicos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. En total, estos componentes tienen una ponderación del 9,78% del IPC.
De esta forma, podemos anticipar la evolución del componente energético del IPC. No se trata de una estimación, sino del cómputo de la evolución del precio seguida en la realidad. Por tanto, no tiene “error de previsión”, como si tendrían otros modelos u otros componentes del IPC.
Es especialmente interesante el dato de hoy, porque recoge una estimación del componente energético en el día 26, que es la fecha en la que el INE cierra el “IPC adelantado de octubre”, que se publicará el viernes 28.
Este es el resumen a día de hoy 27-10-2022:
En el siguiente gráfico representamos la contribución a la inflación anual del componente de estas tres fuentes de energía (impacto sobre el IPC anual multiplicado por la ponderación del subgrupo):
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