NOTA ACLARATORIA SOBRE LA INFLACIÓN ENERGÉTICA Y EL IPC (30 ENERO)

Desde ICAE nos ha sorprendido el efecto del cambio de metodología que el INE ha llevado a cabo en la publicación del dato adelantado de enero de 2023. En realidad, ha habido dos cambios; uno de ellos, en lo referente a las ponderaciones acercándolas a los valores más parecidos a la contabilidad nacional. Este es un cambio esperado, pero del que no se ofrecen datos de precios, solo las contribuciones, para evaluar el proceso inflacionista. Pero, el que más sorprende es el otro cambio, y no porque sea incorrecto sino por cómo se ha llevado a cabo: la inclusión de los consumidores del mercado libre en el cálculo del precio de la electricidad y en el del gas en este momento. Hasta ahora sólo recogían los precios de las tarifas reguladas (PVPC y TUR, respectivamente). Desde enero, se incluyen también los precios del mercado libre, que son más caros porque recogen la compensación al tope del precio del gas en la generación eléctrica del mercado mayorista. Sorprende que el INE no haya alertado de que iba a hacer este cambio metodológico, y que tampoco publique cuál sería el dato con la metodología antigua.

En la nota del 27 de enero comentábamos que la electricidad ha tenido un comportamiento excepcional (-30% mensual), que compensaba con creces el impacto sobre el IPC que tiene la eliminación de los 20 céntimos de los precios de las gasolinas. Todo esto se basaba siguiendo la metodología antigua. 

A falta de conocer los detalles del cálculo del INE, no se puede computar toda la subida de 2021 y 2022 con una metodología (probablemente incorrecta por considerar solo el PVPC) y, cuando llega la bajada, cambiar súbitamente la metodología e incluir también el mercado libre más estable y con más inercia, pero que justo en este momento recoge el efecto al alza de la compensación del gas. Lo correcto sería haber calculado todo el desfase por haber computado de más en la inflación por considerar solo el PVPC en estos dos años y haberlo descontado en el mes en curso.

Pero evidentemente no se ha hecho así. Estimamos un descenso del PVPC (-29,7%) sobre diciembre de 2022 (que fue el segundo mes con precios más bajos de 2022) y un descenso de casi el 50% con respecto a enero de 2022. De hecho, en enero de 2023, el PVPC registra el promedio mensual más bajo desde marzo de 2021. Igual hubiera sido mejor llegar a un valor como este, justo antes de la gran subida, para aplicar la nueva metodología.

En su conjunto los tres componentes energéticos (gasóleo, gasolina y electricidad) suponen un descenso sobre noviembre de 2021 del 3,2%, tasa mensual es significativamente menor que la de diciembre de 2021, que fue del 0%. Estimamos la contribución de todo ello a la inflación anual es de tres décimas. Como resultado, predecíamos un 5,5% de inflación anual y en realidad ha sido del 5,8%. De no haber seguido con la metodología antigua, debería haber descontado lo computado de más por haber usado en el pasado esa metodología, que sin duda no se ha hecho. Esto es muy grave porque genera un doble cómputo de la subida de la electricidad en el IPC. El INE debería dar una explicación al respecto.